Te guiño el ojo

Pasa, nadie respira, haré que ni el aire se de cuenta que estoy cerca, y en ese silencio aparente ensalzaré tu cabeza de los sueños que deseaste antes de llegar hasta acá y si te mostraré que todo esto es verdad. Y Así mismo mirare tus ojos y no diré nada, para darte confianza y esperar que me pidas que te siga, que te siga hasta donde quiero que llegues, ahí hasta ese punto donde me seas útil, porque así se ha concebido todo, y no me digas que contigo será diferente que esta industria lleva años, años esperando que llegues, y está muy acostumbrada a jugar a que ganes, para que al final de cuentas yo sea la que te haga perder todo, todo, hasta esos mismos sueños que dijiste que seguirías hasta morir, si, hasta morir, y bueno, quizás en el fondo puedo decirte que no quiero que mueras, pero que si vivas despacio, de a poco, de muy poco, y seas agradecido de eso que te dé.

Ten Fé, sigue creyendo, escucha lo último en canciones de revolución, sal puño en alto al último movimiento en contra del calentamiento global, llora con algunas escenas de niños que se mueren de hambre, de catástrofes, de lisiados, que te cale muy hondo todo, que te haga sentir privilegiado por respirar, que vivas creyendo en que todos tenemos la culpa y que nosotros los pocos, somos parte del mito, de lo invisible que se dice por ahí que no es como te lo cuento.

Vendré todos los días con el recuerdo de tu último amor, del que no pudo ser, del que te rompió el corazón, te machacaré la cabeza con una canción repetitiva subliminal para que no te des cuenta que está, y que te haga declarar que está todo superado, pero te aseguro que la canto despacito cerca de tu oído, ahí cerca de tu corazón, mientras sonrío.

Si alcanzas a tomar tu barco y quedarte con el amor de tu vida, llenaré tu cabeza de otros demonios, que jugaran a bailar a tientas por tu cabeza por la ventana que todo allá afuera es mejor de lo que tienes dentro.


Lo único que te concedo, si eres inteligente y te rindes, es una inyección lenta despacito que te hará ciego, y te hará ser mi soldadito para bailar en la cabeza de otros, es más el dinero, el poder me sobra, ¿quieres algo por ahí?

Bienvenidos boletines comerciales, las depresiones de alcohol y las misas de domingo, todo sin sentir, todo para mi.

Te espero en la esquina…


Cuidado, que te guiño el ojo.